Presentan “Julián Carrillo y su aportación a la música mexicana”, en el ISCEEM

Toluca, Méx.- Con temas como la “Música y la Neurociencia” que ofreció el maestro Mauricio García de la Torre; así como “Julián Carrillo y su aportación a la música mexicana” por el maestro Luis Eduardo Trillo Becerra, se llevó a cabo este evento, dentro del Ciclo de Conferencias en la Nueva Realidad Educativa “Paulo Freire”, por el 40 Aniversario del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México; y el Centésimo Aniversario del natalicio del reconocido pedagogo.
Para esta ocasión la doctora María del Rosario Castañeda Reyes, que tiene experiencia en educación artística y ha dirigido diversas tesis sobre esos temas, fue la moderadora del programa, quien dio voz al director general del ISCEEM, doctor Eduardo Blanco Rodríguez, presentando a los invitados los maestros Mauricio García de la Torre y Luis Eduardo Trillo, reconociendo su trayectoria, su disciplina en el arte, siendo un referente estos temas para la institución, donde también se realizan investigaciones de las diferentes manifestaciones artísticas.
Al tomar la palabra el doctor García de la Torre, se centró en el tema de Neurociencias y música, en el siglo XX que surgen como una línea de investigación de los modelos computacionales, aplicados a la idea del funcionamiento cerebral y neuronal, para después tocar la relación entre mente y cuerpo, con la música; sus procesos de percepción, la recepción emocional y las diversas teorías.
El conferencista se enfocó a “La música como manifestación de la energía física”, haciendo referencia a Hauke Egermann (2015), reconociendo que los seres humanos respondemos a la música a partir de cuatro mecanismos: 1. Asociaciones aprendidas; 2. Expectativas musicales; 3. Expresión del movimiento emocional; y 4. Activación sonora; siendo el cuarto punto donde se enfoca, presentando sonidos como el de la lluvia, un rayo, etc., con sus diferencias audibles, por lo que cuestiona, ¿porqué, el sonido puede considerarse como energía?, a lo que responde, la producción de sonido implica una liberación de energía acústica, ya que la frecuencia de las vibraciones hará audibles los sonidos y definirá si son agudos, medios o graves; mientras que su amplitud definirá su intensidad; mientras que la forma de onda, determinará el color armónico, es decir el timbre de los sonidos, la cualidad que hace oír a una trompeta como tal, o a una flauta.
Asimismo, manifestó que los humanos percibimos los sonidos con el pabellón auditivo que vibra la campana timpánica, capaz de transformar esas ondas en señales nerviosas a la corteza auditiva cerebral; pero puntualizó que no solo así se escucha, también se hace con otras partes del cuerpo, de ahí la escucha multisensorial, ya que la resonancia de ciertas frecuencias se da en el esqueleto, que es la conducción ósea, un área en desarrollo de la biomecánica en la audición, poniendo como ejemplo a Beethoven.
Después de hablar del sonido desde su fuente y los humanos como receptores, abordó la energía como traslado y receptor, e hizo hincapié: “la música no implica el traslado de materia, pero sí de energía (las vibraciones que recorren el aire cuando se escucha), centrándose en el resultado físico de una obra o composición. Ya que la energía tiene sus sentidos del término coloquial, espiritual y científico; y en física con su definición, los tipos (potencial y cinética), y el concepto de energía interna. Por lo que la energía tiene un papel subyacente, de los procesos físicos y biológicos”.
Refirió sobre lo que es el arte y energía, destacando que el arte es reflejo de todos los aspectos de la vida humana y el entorno, acuña el potencial energético de todos esos aspectos, en sus eventos, en sus procesos y resultados, mencionando que en las obras de arte se aprecia el modo interno en que se configuran sus jerarquías, tensiones y equilibrios. Siendo las fuerzas a las que aludía el filósofo francés Gilles Deleuze; además de aludir a otros autores como Rudolph Anheim y Robert Peperell.
Y finalmente apuntó que dentro de la diversidad de las referencias sobre la energía y el arte aparecen elementos afines, como es el de cambio (movimiento, acción, impulso, trabajo, pulsión o excitación); y de conflicto (tensión lineal y sincrónica, organización, estructura, proporción, equilibrio y oposición), dando ejemplos musicales como los cantos populares georgeanos, los contrastes de algunas piezas. Concluyendo con la idea central que es la manifestación musical de la energía física que habilita fenómenos como la potencia, la afección y/o el disfrute.