Infecciones resistentes a medicamentos, preocupación para los médicos

Toluca, Méx.- Muchos científicos señalan que hay otro enemigo silencioso detrás del brote actual de SARS-CoV-2, que ha pasado desapercibido y que cuesta la vida de más de 700 mil personas cada año: la resistencia antimicrobiana.
Las infecciones por virus, bacterias, hongos o parásitos resistentes a los medicamentos pueden causar la muerte, transmitirse a otras personas y generar grandes costos tanto para los pacientes, como para la sociedad. En el 2050, se prevé que la resistencia antimicrobiana sea la causa número uno de fallecimientos en el mundo.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la también llamada farmacorresistencia se produce cuando los microorganismos como virus o bacterias sufren cambios que hacen que los medicamentos dejen de ser eficaces para curar las infecciones.
Norma Hernández Director Médico para Latinoamérica de bioMérieux, indicó que esto puede ser provocado, por ejemplo, cuando tomamos antibióticos para tratar infecciones que fueron causadas por algún virus, como el resfriado o la gripe. También por compartir el tratamiento con otros sin haber sido diagnosticados por un profesional.
Otros factores que contribuyen a este fenómeno pueden ser las prescripciones erróneas o no completar los ciclos de antibióticos. Además de la falta de prevención que existe en nuestro país.
Consideró que la atención pública se ha dirigido al virus SARS-CoV-2 y la pandemia actual. Sin embargo, la farmacorresistencia es un problema mundial creciente. Solo en Estados Unidos se presentan 2.8 millones de infecciones resistentes a los antibióticos cada año y más de 35 mil muertes.
Debido a que el Covid-19 es una enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2, a la que, en algunos casos, puede también sumarse una bacteria como el Mycoplasma pneumoniae que puede causar una neumonía. Algunos estudios ya han encontrado que esta situación se presenta en uno de cada siete pacientes hospitalizados con Covid-19. Y el 50 por ciento de los pacientes que han muerto tenían dichas infecciones.
Señaló que esto es alarmante, debido a que si la bacteria que infectó al paciente desarrolló resistencia a los fármacos será muy difícil de controlar o erradicar. A esto se suma un diagnóstico o un tratamiento inadecuado.