AGREDEN A RELIGIOSOS DEL CONVENTO DEL SANTO DESIERTO DEL CARMEN, TENANCINGO, MÉXICO.

Es preocupante la situación sociopolítica y religiosa que impera en la comunidad de El Carmen, municipio de Tenancingo, México, donde se ubica el legendario y bicentenario Convento de la Orden de los Carmelitas Descalzos. El pasado domingo 15 de diciembre, Fray Cándido Celestino González, Padre Superior de la Orden, fue agredido verbalmente por unas quince personas, se suponen ejidatarios y comerciantes semi-fijos del lugar.
El motivo, la disputa por el camino que conduce hacia el Convento, ya que se considera que éste forma parte del Parque Nacional y es patrimonio histórico, y gracias a argucias de Alejandro Tapia Flores (originario y “líder” de esa comunidad, servidor público municipal y principal asesor del Presidente Municipal de Tenancingo, Gabriel Gallegos) su régimen fue modificado y lo transformaron en camino de saca-cosechas afecto al ejido, entre otras presuntas irregularidades.
El Superior del Convento fue defendido por otra veintena de feligreses que se encontraban en el templo, quienes posteriormente lo apoyaron para trasladarse junto con José María Barrera Guzmán –quien en estos momentos está haciendo su noviciado- a la Agencia del Ministerio Público de Tenancingo en donde fueron atendidos por la Licenciada Verónica Gómez Vargas, titular de Unidad de Atención Inmediata y Justicia Restaurativa de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, para denunciar tales hechos. Ante las circunstancias se determinó que Fray Cándido Celestino González y los religiosos del Convento reciban hasta por treinta días protección policial en su domicilio.
La situación se ha tornado crítica, tanto así, que la Regidora Municipal Aurelia Reynoso ha solicitado públicamente la inmediata destitución de Alejandro Tapia Flores, y trascendió que la Defensoría Municipal de Derechos Humanos ha iniciado ya, el trámite de queja por presuntas violaciones a derechos humanos cometidas por Tapia Flores.

INDULTO TAURINO ALIENTA A AFICIÓN TOLUQUEÑA. A las 20:25 horas del viernes 13 de diciembre y aún con una temperatura templada, en la Villa Charra de Toluca sonaron parches y metales para dar inicio al ritual paseíllo. Lo encabezó el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza seguido por los matadores mexicanos Uriel Moreno “El Zapata” y Octavio García “El Payo” y el peruano, calificado como la sensación taurina del momento, Andrés Roca Rey y sus respectivas cuadrillas. Se lidiaron dos toros de Monte Cristo y seis de Campo Hermoso.
Los equinos de Hermoso de Mendoza no dejan de sorprender, bien enjaezados, obedecen al más delicado movimiento de rienda o toque de su amo quien en su primer toro no tuvo mucha suerte en la suerte suprema, pero el espectáculo es grandioso; en su segundo ejemplar como en el primero lució cualidades en pleno, al colocar las banderillas cortas recoge prolongadas y emocionadas palmas del respetable.
Uriel Moreno, sin duda es uno de los mejores toreros del momento, sus facultades físicas están en pleno. El público prácticamente le exigió que, al poner banderillas, ejecutara la suerte de su invención: el “par monumental”, el cual repitió una tras otra; “El Zapata” torea serenamente y de certero estoconazo la muerte de su primero es casi inmediata, lo que le vale llevarse una oreja. Con su segundo ejemplar repite la dosis, torea a media altura, con molinetes y naturales, larga faena, de fulminante estocada el toro se entrega y el Juez de Plaza le otorga dos orejas.
“El Payo” definitivamente no tuvo suerte con su primer toro, poca lidia pudo sacar, recurrió a la espada corta y falló en repetidas ocasiones causando molestia en los tendidos; con el segundo pudo lucir buenos pases, y se fue en blanco.
El tercer matador en orden de alternativa, Andrés Roca Rey, torero limeño de apenas 23 años de edad, era realmente la carta esperada de la afición. Saltó a la arena “Respetuoso” de Campo Hermoso, Roca lo entendió bien; pases muy ceñidos, toreando en redondo con tandas de cuatro y cinco pases, reponiendo apenas centímetros de terreno para ejecutar péndulos, cambiados por la espalda, y en algunos momentos, toreando de hinojos. “Respetuoso” demostró nobleza y casta. Algún sector de aficionados poco antes de cambiar el ayudado por la espada de matar empezó a vitorear a Roca Rey y a pedir el indulto de “Respetuoso”. La petición creció con gritos y aplausos y el Juez de Plaza no tuvo otra que conceder el perdón a la vida del valioso ejemplar que volvió a los corrales de la Villa Charra; para ese momento los rostros de Saúl Rubí y los hermanos Enrique y Alfonso Tapia, los empresarios toluqueños, se habían transformado y lucían pletóricos de felicidad y éxito taurino. Roca Rey y el ganadero Pablo Suárez G. dieron la vuelta al ruedo. En el segundo de su lote Andrés Roca vuelve a su toreo un tanto tremendista que gusta a la afición -y a las no pocas aficionas que asistieron- que hizo una entrada de poco más del 90 por ciento de las localidades y que acompañaron a “El Zapata” y Roca Rey en su salida a hombros por la puerta grande.
En el medio taurino de Toluca y del Estado de México, se habla ya de una posible corta temporada taurina, no obstante, lo que es casi un hecho, que alrededor del mes de marzo del 2020 haya una corrida en el marco de las fiestas propias de la Ciudad de Toluca, la cual sería oportunamente anunciada por los empresarios y su diligente comunicador José Moisés de la Luz.