México: Sociedad de una sola persona

Sonia Pérez Rodea, ¿Quién es? Directora del Ballet Folclórico de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), fue hallada muerta la mañana del pasado martes al interior del teatro Los Jaguares de la institución, ubicado en Toluca.
Hoy, se llama Sonia, tiene nombre y apellido al igual que las 8 o 9 mujeres que lamentablemente fallecieron ese mismo día y por la misma causa, la que es considerada la máxima expresión de violencia en contra de nosotras las mujeres, el feminicidio; delito caracterizado por odio, misoginia y que atenta contra la vida, la integridad y la salud de las mujeres de manera sumamente violenta.
Doloroso y preocupante que todos los días mueran mujeres por esta causa y que no pase nada, que esperemos un caso como este para indignarnos, salir a la calle y pedir se haga justicia, cuando todas y cada una de las mujeres que han sido víctimas de feminicidio merecen que su caso sea investigado, que las autoridades hagan su trabajo y que se tenga un castigo para los responsables.
La violencia en sus diferentes manifestaciones ha sido altamente tolerada y el tema del feminicidio parece que nos está rebasando, en este contexto, miremos atrás para tratar de comprender si la ira, el enojo, aquellas historias que no conocemos y que seguramente alientan a más de una mujer a salir a las calles a realizar pintas para pedir nada más que justicia, no tienen sentido.
Parte de la sociedad reprueba que las cosas se pidan así, pero hemos visto más cristales rotos y un cristal se cambia, se sustituye, ¿Y la vida de una mujer?. Por qué si son mujeres las que protestan y se manifiestan parece que está mal o no está permitido, cuando lo que no debería estar permitido es que nos estén matando por el hecho de ser mujeres.
El telón de fondo se llama “impartición de justicia e impunidad”, pero al no haber respuesta y seguir siendo testigos de la repetición de estos hechos, el sentimiento de frustración lleva a actuar de determinada manera, pero ante un clima así no se les puede pedir reaccionar de forma distinta, ya que muchas mujeres piensan que no habrá mañana, lo cual es totalmente injusto.
Cada día que pasa como sociedad y como país, nos alejamos más del arreglo o resolución de conflictos por las vías institucionales, pero esto no es casualidad ya de acuerdo al informe presentado el pasado mes de agosto por México Evalúa, se cuenta con un 96.1% de impunidad a nivel nacional y estados como Tamaulipas y Veracruz reportan niveles del 99.9 y 99.8% de casos no resueltos respectivamente.
¿Qué necesita pasar para que las autoridades hagan realmente su trabajo? ¿Qué estamos esperando como sociedad para dejar de buscar un culpable y asumir nuestra responsabilidad? ¿Cuántos casos mediáticos de feminicidio hacen falta para decir ya basta?
Sonia Pérez, Jessica Jaramillo y Jacqueline Nava, nombre de algunas mujeres que de manera reciente nos hemos enterado que han sido víctimas de feminicidio y que como muchas tenían un plan de vida, ilusiones, metas que cumplir, una familia, hijos y amigos que les apreciaban y que un buen día las vieron salir de casa o se despidieron de ellas, sin saber que sería la última vez que lo harían.
Ser mujer en una sociedad como esta cada día es más difícil, las mujeres no tenemos que vivir con miedo al interior de nuestro hogar, en las calles, en la escuela, en nuestro espacio de trabajo o en algún otro sitio que decidamos visitar. Dejemos de ser una sociedad que no se preocupa por sus mujeres y tomemos conciencia de nuestro papel ante esta situación, ya que la omisión y la normalización ante estos crímenes también nos vuelve responsables.
El problema es social y es muy grave, no es un tema de mujeres, es un tema de todas y de todos, no más violencia en contra de las mujeres, no más feminicidios, justicia, justicia, justicia.