Para tener enemigos no hace falta declarar la guerra; solo basta decir lo que se piensa: Martin Luther King

Vaya semanita pasada que nos echamos, ¿verdad? Entre lo que representa un grito que incita a todo menos a estar contentos y felices, donde la soberbia y el des perplejo de unos cuantos hace se incremente escondidos en la fauces del monstruo entre cientos, miles de aficionados. Por si esto no fuera poco, la consabida situación de los tiburones rojos del Veracruz que no hacen sino que estemos apesadumbrados pero llenos de impotencia y máxime por el alto impacto que se tiene a nivel internacional con distintas aristas. Inmediatamente el caos social con lo ocurrido en tierras sinaloenses, levantando ámpula y poniéndonos a todos a prender cuanta veladora haya por el bien de todos. Y para rematarla, el pánico y terror en un inmueble destinado para un sano espectáculo… donde ha quedado de manifiesto que el pulpo de mil cabezas se ha apoderado de las gradas y con ello ha sembrado una magnánima situación que ya explotó y de qué manera, caray.
Tenía en el tintero el tema del deporte adaptado del Estado de México, que está haciendo un buen papel en el certamen nacional que se lleva a cabo allá en Colima, y donde ha quedado reflejado que siguen, los deportistas y atletas mexiquenses, confirmando una alta categoría entre los mejores del país. Será para el análisis del siguiente Valle.
Lo que hoy nos atañe a todos son los síntomas inequívocos de una crisis que ha llegado al deporte y que por más que se quiera disfrazar o hacer que no pasa nada, es la hora de que cada vez ocurre más fuerte y con tintes dantescos casi al borde de la fatalidad. Empero, los temas establecidos en otras ideas se los dejo a los especialistas, pero lo que ocurre en nuestro México lindo y querido con los deportes ya nos ha rebasado y por mucho y tiene que ponerse un hasta aquí. Porque esto no puede ni debe permitirse. Me queda claro que los temas administrativos, legales y de otro orden, tal es el caso del Veracruz, llevan en el pecado la penitencia y la realidad es que solo se ha abierto la cloaca de lo mucho, créanme, de lo que hay y que comienza a desmenuzarse porque ya no hay de otra. Ahora el ejemplo deberá sentar, necesaria y obligadamente, un precedente para años inmediatos venideros. Bajo ninguna circunstancia tendría que volver a ocurrir esto y más aún porque hoy queda en el aire la idea de llegar a tener una liga premier. ¡Por favor! Con estas condiciones con razón no llegamos a otros lares. Seamos realistas y nos daremos cuenta que cada quien jala pa´su molino y con sus propios intereses, unos cuantos se suman a una cruzada en pro del rescate de valores deportivos por medio del futbol, pero otros más, solo ven en el negocio que no se pierda la opción, cueste lo que cueste, salir ganador a costa de todo lo que rodee el entorno.
Insisto, por si eso fuera poco o mucho, ocurre lo del estadio Alfonso Lastras de San Luis Potosí, donde dos grupos de hordas se enfrentan como si estuviéramos en la era cuaternaria por defender lo que según parece la condición del más fuerte. La barbarie a la hemos sido sujetos, nos ha alcanzado y rebasado y por más que se implementen “medidas de seguridad” con elementos que solo cargan con su tolete y un pseudo escudo plastimax y un casco que solo los imposibilita más, son presa fácil, también, de los desquiciados y energúmenos provocadores y falsos seguidores que escondidos entre la multitud, mutilan sueños, violan sentimientos de fervor por una institución, arrasan con quien se les ponga enfrente, no importándoles si hay familias, niñas y niños, adultos mayores, y/o cualquier persona que acude a divertirse y no a arriesgar su vida ni la de su familia. Es duro pero es real, la violencia es parte del sistema y el futbol es un ingrediente donde dan rienda suelta a su salvajismo, sin contar siquiera con un grado de civilidad y cordura. Lo ocurrido este fin de semana coloca ya no una llamada de paz sino de auxilio permanente y de pensarlo más de dos veces antes de ir a un inmueble y más con la familia.
PRIMERA PARTE

¡Pásenla bien!