¿Qué es una feminista, una hembrista y una feminazi?

Bien decía en un comercial de hace 20 años con una voz doblada, Saúl Izaso, “nada con exceso, todo con medida”, ya nada más que un adagio que puede aplicarse en absolutamente todo. En el gobierno con la división de los poderes de Montesquieu y Russeau; en la comida dulce con la diabetes; tanto el gobierno opresor como los movimientos anarquistas; y por supuesto en el alcohol.
Nada se escapa a esta máxima. Todo en este mundo es bueno hasta cierto punto y debemos mantenernos en un equilibrio constante sin dejarnos llevar por la moda y sin dejar de ser nosotros mismos. Por supuesto esta idea encaja a la perfección con lo ocurrido en varias partes del mundo, principalmente en nuestra Ciudad de México.
El feminismo nació de la mano de Marie Le Jars de Gournay, en el año de 1622, con su libro “La Igualdad de los hombres y las mujeres”, que publicó en Francia, con una idea principal: que el hombre y la mujer tienen las mismas capacidades. A partir de aquí, todo es una bola de nieve que ha ido tomando matices y cambios, sin embargo la idea del feminismo sigue siendo que la mujer debe tener los mismos medios y herramientas para contar con las mismas oportunidades que los hombres, derivado claro, de su igualdad de derechos.
Marie Le Jars no establecía una idea cerrada o libertaria, sino que entendía que sexualmente, biológicamente y físicamente el hombre y la mujer tienen notorias diferencias, pero que las mismas, no deben ser un pretexto para no otorgarle la decisión a la mujer de escoger el camino que quiera. Es decir, que para nada el feminismo establece que la mujer sea más o mejor que el hombre. A esta idea se le conoce como hembrismo, el distinguir que la mujer es superior al hombre en todos los aspectos, incluyendo el de procreación. Por ello se puede ocupar como sinónimo de hembrismo la palabra misandria, que es el desprecio de los hombres. Ergo machismo y hembrismo son antónimos.
Por otra parte el término feminazi es peyorativo de la idea de la mujer franca, entrona y arrebatada, como en ocasiones se presenta el feminismo; término que hizo popular el locutor estadounidense Rush Limbaugh en 1992.
Entonces, dicho lo anterior, podemos distinguir con una buena conceptualización las acciones realizadas por el grupo de mujeres activistas que se manifestaron en las calles del centro de nuestra Ciudad de México. La estructura del activismo es un conjunto de buenas ideas, solicitando mayores espacios laborales a las mujeres, ingresos iguales que los hombres en trabajos iguales, etc., sin embargo en las bases del grupo se conceptualiza de una forma similar al hembrismo.
Habrán observado en las pintas que realizaron las activistas (por ejemplo en el Angel de la Independencia) que dibujaron un círculo y en el centro una letra “A” (mayúscula); bueno pues este es un símbolo de anarquía que en poco tiene que ver con la idea del feminismo y la igualdad de géneros. El anarquismo es toda una corriente del pensamiento que tienen en común la abolición del gobierno, pero por encima de ello, pretenden que el monopolio de la fuerza pública desaparezca.
Así que con esta información, podemos adentrarnos en cualquier batalla de argumentos respecto de estos hechos lamentables de pintar monumentos históricos, ya que la idea de la protesta es feminista; la idea del grupo de mujeres superiores es hembrista; y el romper y pintar toda la calle es anarquismo. Luego entonces: ¿qué concepto es acorde a su forma de pensar?