Puerto Rico el vasallo del imperio

En la Europa del medievo, los feudos eran territorios pertenecientes a los reinos e imperios, estos eran comandados por burgueses con títulos nobiliarios otorgados por el monarca, con la salvedad de ser los amos y señores de los procesos de producción agrícola, ganadera y comercial en dicha demarcación, es decir, contaban con autonomía limitada, pero en caso de necesitar su colaboración en favor de la corona por causa de guerra, debían sumarse a los ejércitos monárquicos en vasallaje.
El imperialismo ha estado presente en la historia de las civilizaciones, incluso hoy existen ejemplos de éste, Puerto Rico representa un arquetipo de colonialismo contemporáneo, toda vez que desde finales del siglo XIX los Estados Unidos desplazaron a los españoles en el control de la isla. Siguiendo esta óptica, “Puerto Rico ha sido un territorio no incorporado de los Estados Unidos desde 1898. A pesar de la consiguiente transformación económica de Puerto Rico, la palabra “colonia” todavía describe la política y la economía de la isla” (Rodríguez, 2006, pág. 226). Sin embargo, desde la redacción de la Constitución de la Commonwealth en 1952, la isla ha disfrutado de inversiones de Estados Unidos, permitiendo a la economía boricua despuntar con relación a otros Estados independientes del caribe. Asimismo, se resalta que Puerto Rico se convirtió en un centro turístico importante para los estadounidenses después de la revolución cubana.
Resulta conveniente resaltar que la isla como “[…] Estado Libre Asociado en su situación actual carece de reconocimiento como actor internacional, lo cual lo imposibilita a participar por derecho propio en los procesos de integración regional. Al introducir la discusión sobre la soberanía se plantea, además, una aparente contradicción al estudiar el caso de Puerto Rico a la luz de las actuales tendencias en las relaciones internacionales” (Rodríguez Gelfenstein, 2004, pág. 212). Bajo este tenor, Puerto Rico tiene un matiz particular, ya que el Gobernador es electo por el pueblo, aunque carece del carácter de jefe de Estado, teniendo esta investidura únicamente el Presidente de EUA, por lo que el Gobernador se convierte en un administrador de los recursos públicos y dador de servicios, lo que ha impedido a Puerto Rico el participar en organismos internacionales como la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y la Comunidad del Caribe (CARICOM).
Por otro lado, se destaca que sus ciudadanos tienen un estatus de “norteamericanos a medias”, es decir, cuentan con pasaporte americano lo que les permite viajar libremente a EUA. Sin embargo, sus derechos civiles y políticos son limitados con respecto a los ciudadanos de la Unión Americana, toda vez que no pueden elegir al presidente, aunado a que si bien es cierto, se cuenta con representación en el Congreso norteamericano, el papel de sus legisladores es minimizado al tener voz pero no voto. En otro orden de ideas, “[…] el sector monetario de Puerto Rico se encuentra atado al de Estados Unidos, lo que hace que la isla no tenga control de su política monetaria. La moneda que circula en Puerto Rico es el dólar […] resultados de esta acción son que Puerto Rico no tiene capacidad para monetizar sus deudas y que su acervo de dinero depende de la política monetaria de Estados Unidos […] los hacedores de política económica en Puerto Rico parten de la premisa de que la economía de la isla tiene una política fiscal limitada que debe dedicarse, principalmente, a incentivar la atracción de capital extranjero […]” (Rodríguez, 2018, págs. 221-222). Por otro lado, se destaca la desaceleración económica de Puerto Rico después del huracán María en 2017 (que devastara gran parte de su territorio), aunada a la crisis del mercado inmobiliario desde la crisis subprime en 2008, así como la perdida de interés turístico que ha presentado la isla boricua (ya que actualmente es más barato visitar países caribeños como Costa Rica, República Dominicana o Jamaica).
Lo anterior, está generando en la isla un fuerte ánimo independentista, en virtud de que “[…] los puertorriqueños son una ‘comunidad centrada en la isla’: Lo que los hace diferentes de otros grupos son sus continuos vínculos con Puerto Rico a través de la migración circular, facilitada por la ciudadanía estadounidense y el transporte aéreo barato. Es su apego a su tierra natal lo que hace de los puertorriqueños un grupo étnico que no se asimilará a la sociedad norteamericana” (Meléndez Vélez, 2005, pág. 220). Esa falta de identificación norteamericana, así como los escándalos por parte de las autoridades isleñas provocaron la dimisión el pasado 02 de agosto del gobernador Ricardo Roselló acusado de corrupción y comentarios homofóbicos. Surgiendo un cuestionamiento final: ¿Podrán los puertorriqueños asumir de forma plena su independencia después de más de tres siglos de dominación española y ciento veintiún años de dominación norteamericana? La respuesta quedará para análisis ulteriores.
Twitter: @EdgarMaPe
Referencias:
Meléndez Vélez, E. (fall de 2005). The Puerto Rican Journey revisited: politics and the study of Puerto Rican migration. Centro Journal, XVII(2), 192-121.
Rodríguez Gelfenstein, S. (septiembre-diciembre de 2004). Puerto Rico: colonialismo en un mundo global. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, 10(3), 209-231.
Rodríguez, C. A. (fall de 2006). The economic trajectory of Puerto Rico since WWII. Centro Journal, XVIII(2), 224-233.
Rodríguez, C. A. (julio-diciembre de 2018). Fuentes de las Fluctuaciones Macroeconómicas en Puerto Rico. (COLMEX, Ed.) Estudios Económicos, 33(2), 219-252.