‘Yo levanto la mano por un mundo incluyente’

Por la casa de mis padres había una vecina que tenía acondroplasia (trastorno en el crecimiento óseo de los cartílagos que provoca enanismo especialmente en las extremidades) cuestión que nunca fue un impedimento para socializarse con lo demás, evidentemente estaban los que se burlaban, hostigaban y hasta proferían groserías, pero ella (no recuerdo su nombre) siempre tenía una sonrisa a flor de piel que era contagiosa y conforme transcurrían los años, la vida, los estudios, a la par pasaba prácticamente todos los día por la casa y bonachona como siempre, con su peculiar, distinto y único caminar, levantaba su pequeño brazo y con su mano lanzaba el clásico saludo de hola! o adiós! Sí! Justo ese que estás haciendo o que imaginaste, aquél con el que crecimos y seguimos utilizando a nuestro paso.
En un principio cuando niño, no alcanzaba a identificar porque la veía igual, ¿por qué no crecía?, pero la sabiduría de la vida, el destino o lo que quiera que sea, me presentó una mágica oportunidad de comprender condiciones distintas a temprana edad. Ella se convirtió en un estandarte de conseguir muchas, pero muchas cosas. Al tiempo supe que era mayor que mi generación, que era una estupenda estudiante y que fue (o es) un gran profesional. Le gustaba de pronto, no mucho, por obvias razones, ir a la cancha de basquetbol de la colonia y aferrarse a la idea de encestar, aquella imagen está impregnada en mi ser, porque lo único que pedía era el balón. Únicamente el balón para lanzarlo tantas veces como fuera necesario para anidarlo en el aro. Fueron tantos los intentos, los días, hasta que llegó el momento. “…hoy lo voy a hacer amigos!… no me digan nada…solo recen porque lo consiga y apláudanme muy fuerte…” esbozó aquella mañana-tarde. La hazaña se consumó, nos había puesto la muestra de salir adelante, de no claudicar, de intentar constantemente hasta lograrlo, de no desfallecer. Vaya ejemplo y con los años venideros, era un placer intenso poderla saludar, porque no la volví a ver por la cancha, como si su reto haya sido completado e iría, seguramente, por los siguientes…
Y es justamente lo que está pasando con los integrantes del llamado Tricolor de talla baja, futbolistas que representarán a México en la Copa América de Perú 2020, cuya misión esta ciertamente en la de elevar la capacidad del deporte, pero más aún, demostrar a propios y extraños que ser una persona de talla baja, no es una discapacidad, ni un impedimento, en cuyo caso las limitantes están en la mente, por ello es que se esfuerzan en demostrar a todo el mundo que se puede hacer prácticamente cualquier cosa y en las disciplinas deportivas encuentran otro aliciente para salir avante, dejar de ser señalados, sujetos a burlas y hasta por momentos de la mentada discriminación y exclusión. Eso debe acabarse de una buena vez por todos aquellos que cuentan con esta condición. Ellos también son ejemplo de superación, de tenacidad y de querer ser alguien en la vida, la muestra, al menos hoy en el deporte esta puesta, la práctica del futbol es para todos, absolutamente para todos y vaya manera de ponernos el ejemplo, ahora solo resta que las “autoridades” completen el irrestricto apoyo y respaldo para brindarles estímulos que les permita, como en el caso, asistir a un evento de corte mundialista y no andar padeciendo como muchos otros y que recurren hasta la calle para botear y recabar la mayor cantidad de recursos para lograr su cometido. Seguro estoy que pronto estaremos hablando de otras condiciones para ellos y para todos en política deportiva.
Ahora bien, justo compartir y acercarles que el 25 de octubre fue aprobado como el día Nacional de las Personas con Talla Baja en nuestro país, con lo cual se reconoce más a fondo su tremenda valía y procederes y que, capaces de desempeñar cualquier encomienda que se les asigne, no pasen desapercibidos, que dejen de ser invisibles y por tanto sean parte del núcleo de la sociedad de manera categórica con una función de inclusión al 100% y en el ámbito del futbol es por demás atractivo e interesante, dedicándole unas líneas a los federativos para que también los volteen a ver y respalden porque el año pasado por falta de recursos y reconocimiento no pudieron asistir a la Copa en Argentina, por lo que hoy en día todo está trazado para poder llegar a Perú el próximo 2020.
Será pues en este noviembre, durante el Congreso de Gente Pequeña en Nayarit, donde se realizará el selectivo para definir a los 15 jugadores que representarán al país en la próxima justa continental, donde se cuenta con 51 solicitudes de todo el país, siendo Jalisco, Guanajuato, Nuevo León, Veracruz y el Estado de México las entidades con mayor presencia e interés de conformar al representativo de la especialidad. Así que los invito a conocer un poco más de estos portentos de seres humanos que nos muestran que la grandeza del ser humano justamente esta de la cabeza hacia arriba…
Pásenla bien!!!