LA ELECCION DE CARRERA, LA MAS DIFICIL DECISIÓN

Parte fundamental del oficio de columnista, no es otro que el devastar, el analizar a fondo fenómenos que suceden cotidianamente en la sociedad, en el hoy, no en lo que ya pasó, porque para ello se encuentran los historiadores, los que nos dedicamos a este bellísimo trabajo, debemos de tocar temas que atañen en el momento, en el sentido de crear reflexión dentro de la sociedad y en lugar de solo dejarlos pasar, que seamos posibles causantes de cambiar las cosas, por ello uno de los temas que durante varias publicaciones he tocado en este nuestro espacio, es la problemática de la educación en México, ya que está por más decirlo o profundizar lo fundamental y elemental que es esto para el desarrollo personal, colectivo y nacional de un país.
Por tal motivo vale la pena difundir un serio estudio desarrollado por el Instituto en Investigación en Psicología Clínica y Social, por sus siglas conocido como IIPCS y por el instituto de Vocación Central, que es la encargada en tratar de orientar a los jóvenes en uno de los momentos más determinantes de su vida, como lo es la elección de sus estudios de educación superior, lo que es en palabras llanas, la elección a lo que pretenden dedicarse profesionalmente hablando el resto de su vida.
Dichos estudios nos deben más que preocupar, ocupar a la sociedad, ya que se afirma que alrededor de un cuarenta por ciento de los jóvenes no eligen bien sus decisiones de carrera, por lo que son millones los sueños fallidos, ya que parte de las determinaciones las toman por cuestiones económicas, de prestigio o la presión de padres y amigos, pero no se escuchan a ellos mismos, no se acaban de reconocer sus aptitudes y por ello además de que les cuesta mucho trabajo el tratar de sacar una carrera, en muchos casos claudican a medio camino, truncando en gran parte sus proyectos de vida, perdiendo años, y en muchos casos llegando a ser víctimas de la economía informal, por no tener otra forma de tratarse de ganar la vida y el sustento día a día.
Tan solo toquemos el dato de que cada ciclo escolar egresan de las universidades cuatrocientos cincuenta mil jóvenes, cifra que solo es de aquellos que verdaderamente lograron terminar su carrera, de aquellos que a pesar de miles de adversidades y situaciones muy particulares, terminaron sus estudios, pero de este inmenso océano de jóvenes con conocimientos de lo que estudiaron y emprendedores según datos del Instituto Nacional de Ocupación y Empleo que pertenece a la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública, el sesenta por ciento de ellos, cuentan con serias deficiencias en su desarrollo profesional, no están aptos para ejercer lo que aprendieron, o sea seis de cada diez personas que egresan año con año no están aptas y esto regresamos al inicio de nuestro espacio, es en el sentido de que tomaron una mala decisión en la elección de sus carreras.
Esta mala decisión en la parte fundamental de la vida de los jóvenes en el determinar la carrera que quieren estudiar para de ella vivir el resto de su vida ejerciéndola, ofrece datos que son de realmente preocupar, ya que de diez jóvenes que logran entrar a una universidad, solamente dos de ellos logran concluirla, y muchos de estos casos es precisamente por no tener la vocación a lo que habían determinado estudiar y desgraciadamente en la mayoría de los casos por presiones ajenas a lo que ellos solamente deben de determinar a través de su libre albedrío, pero eso es algo que desgraciadamente ni se conoce que es en una sociedad iletrada, culturizada idiotamente por televisiones, virgencitas y futbol, y aquí vemos las consecuencias de ello, de tratar de llevarse todo lo más sencillo posible, sin exigirse a uno mismo el esfuerzo de ser diferente y de leer o instruirse de una forma autodidacta en miles de temas que nos puedan crear la conciencia de conocernos a nosotros mismos y lograr ser los únicos conductores de nuestra vida y dejar de ser borregos de todo lo demás, de dejar de darle gusto a todo lo que no somos nosotros como individuos autónomos y en lo que nuestros hechos y dichos provengan de nuestra conciencia y voluntad solamente.
Dicen los estudiosos de estos temas: “Elegir una carrera no es una decisión que se toma de un día para otro ni con un solo instrumento, la elección de una carrera es un proceso y como tal hay que seguir una serie de pasos que les permita a los jóvenes reflexionar no sólo acerca de qué carrera van a elegir sino desarrollar un proyecto de vida en donde la carrera forme parte y les permita acceder a un estilo de vida diferente en lo personal. Y en lo social necesitamos también que los alumnos estén mejor preparados y que se involucren en sus diferentes carreras para que puedan intervenir en la sociedad en los diferentes campos que hay para atender toda la serie de problemáticas que vivimos, muchas veces se quedan con lo que les dicen sus familiares, lo que les dicen sus amigos, las personas cercanas a ellos, o con las ideas que ellos se forman a través de lo que ven en los medios de difusión y que muchas veces estereotipan las profesiones y los hacen estar muy interesados en cuestiones basadas en ilusiones”.
Y ello lo podemos ver en todo momento, tan solo investiguemos las demandas de parte de los jóvenes en diversas carreras de “moda” como lo son medicina, derecho, turismo, o comunicación dentro de muchas otras, pero se olvidan de lo que son las nuevas carreras que ofrecen espacios nuevos de desarrollo, pero por desconocerlas ni siquiera las conocen como puede ser se dice como ejemplos manejo sustentable de zonas costeras, desarrollo territorial o física biomédica, por ejemplo.
Pero bueno, los datos más profundizados al respecto nos los brinda el Servicio Nacional de Empleo, quienes dan a conocer las carreras con mayor demandas de elegir una carrera en la que se sientan con todo el gusto de ejercerla, ya que parte fundamental de un trabajo, debe de ser solamente el tener el placer de ejercerlo, por ello se dice que las que se tienen más demandas de todas se encuentran; Administración y Gestión de Empresas, Contabilidad y Fiscalización, Derecho, Formación Docente para Educación Básica, Nivel Primaria y Medicina, todas ellas son en donde más demanda existe.
Y las que son las menos conocidas y que repito, vale la pena por lo menos el tratar de conocerlas se encuentran; Teología, Servicios de Transporte, Deportes Formación Docente para Educación de Nivel Medio Superior, Geografía, Antropología, Minería y Extracción; en fin, no todos tienen que ser lo que los padres, los abuelitos, los amigos o la tradición quieran, sino que deben de despertar y preguntarse a sí mismos que es lo que desean, a nadie más; HASTA AQUÍ MIS LINEAS…
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