No todas las tormentas vienen para perturbar tu vida. Algunas llegan para limpiarte el camino. Un campeón no tiene miedo de perder. Billie Jean King

Dice un viejo adagio que el que no cae…resbala, y vaya manera de hacerlo notar el destino, el cosmos, el mundo, la divinidad en la que uno cree, o simplemente por azares del tiempo, que es justamente lo que nos coloca finalmente en el lugar y compañías donde tienen que ocurrir las situaciones más creíbles y también, las más inverosímiles; en ocasiones ocurren desgracias desde las menores hasta la inevitable muerte, pero eso es otro tema, hoy en día vivimos en un mundo deportivo que se ha visto sacudido los últimos años por numerosos escándalos de maltrato.
Cuando te sientas solo, recuerda que siempre existe un mañana que es lo único seguro en esta faz de la tierra -me lo recuerdo a cada instante- y con ello inicio al menos buscando incansablemente una oportunidad más de demostrarme que pase lo que pase todo tiene un tiempo, a veces se tarda, se complica, o bien, hay quienes abusan del padre cronos y hacen su labor en contra de lo que consideran que es bueno por encima de hechos, palabras, presencia, y obviamente por lo conseguido, pero basta un solo aplastón de moscas, para ser considerado el enemigo público número 1 del mundo y ser llamado el auténtico, real y contundente Mata moscas. ¡Bah! ¡Patrañas! ¿Quién les otorga el poder de destrozar a alguien que se ha partido -literal- el lomo y se empeña en un mejor amanecer? ¿Quién?????? Lo anterior con relación a lo que sucedió con Sergio Pérez, después de coronarse allá en Mónaco. Como es sabido, la celebración de su éxito sacudió a sus haters y seguidores, para que con una sola fotografía buscarán -unos- malograr lo que conquistó Checo; en cambio, otros -la mayoría- apoyamos la condición en la cual coincidimos absolutamente todos en algún momento de nuestras etapas de vida hemos cometido errores, algunos costosos y aquellos que empañan una imagen, sin embargo, no puedo dejar pasar el momento para señalar que Sergio y su séquito y quienes hayan estado en dicha celebración, tenían -y tienen- derecho de celebrar como quieran, y que, más allá de cómo termine una mala noche, no es síntoma de crucificar a un ser humano, deportista, padre de familia, hijo y hermano y referente mundial de su especialidad. A todos nos ha pasado, y se sabe de las interminables y abominables entrega de disculpas, buscar la cara del otro al siguiente día, tener la cabeza fría para aceptar que tan solo fue eso, una noche diferente cargada de adrenalina a tope, con felicidad y con una mezcla de desenfreno. A veces, como en esta ocasión, no hubo medida, pero eso no significa que se empañe o retroceda la imagen del mejor piloto mexicano hasta nuestros días. Y atención, no lo estoy defendiendo de nada, no lo necesita ni ocupa, mucho menos lo estoy excusando y evadiendo una “responsabilidad social” que sólo han impregnado quienes han atravesado este túnel y que “gracias” a sus experiencias determinan un código de ética y conducta, que la mayor parte del tiempo, ni conocen ni saben, pero que buenos son a la hora de criticar, juzgar y penalizar. Qué chingones ¿no?
No me sorprende el abuso con el que se brindan especulaciones en torno a este tema, es más, se tardaron mucho, porque para vender y transmitir una mala imagen basta una sola imagen para querer despedazar lo que se ha conseguido con mucho esfuerzo, dedicación y esmero; acaso ya se les olvido lo que Tom Brady hizo después de ganar una supertazón al lanzar el trofeo Vince Lombardi a su compañero, pero de yate a yate en el mar? Ahí lo cazaron y quisieron desviar la atención con miramientos de que “eso” no se debe hacer, que es un super deportista, que es ejemplo, que sus compañeros, etcétera. Finalmente quedó para el anecdotario y sin ofrecer una disculpa pública, solo alzó la voz para decir que hacía lo que le nació en ese momento y que producto de su efusividad elevada no midió consecuencias, pero que solo había sido ese momento. A partir de ahí, la leyenda continúa su paso en el mundo del ovoide. En el caso de Checo Pérez, entiendo que a partir de la idiosincrasia del mexicano, de aquellos que utilizan cualquier parpadeo para devorar a su rival, de querer exhibir hasta los calzones y más, son ellos quienes no miden con la misma vara y se decantan por algo que es “normal” o más bien, en algo que no es tan común en esos personajes -ante los ojos de los demás- que cuando ocurre somos especialistas en acarrear comentarios sin son ni ton. No Sergio, yo no acepto tu disculpa porque no hiciste nada malo, esa película ya la ví varias veces y todo tiene fecha de caducidad y también, cuenta con una gracia de tiempo en la que la cruda moral te deshace, pero tampoco la acepto porque no me agrediste en nada, ni me ofendiste, ni a mi familia, ni a mis hijos, ni a mis amigos, ni a mis lectores. No Checo, tuviste el valor de hacerlo y gozarlo, porque estar al volante y tener la muerte de lado, adelante y atrás, imagino que no es nada sencillo y más cómo se dieron las cosas en las más recientes semanas. No Pérez, tampoco me debes nada, pero yo si te debo que me sienta orgulloso del mejor piloto mexicano que he visto en vida hasta hoy. No porque simple y sencillamente es tu vida y la respeto, porque me brindas más de lo que yo puedo ofrecerte.
A todos -y me juego una quincena- nos ha pasado algo similar en algún momento de nuestras vidas; muchos hemos sido azotados con los falsos estigmas que según nos identifican, pero el tiempo pasa y éste es él que no perdona, mejor dedicarse a otras cosas antes de juzgar y sentenciar, porque a cada paso que damos, hay cáscaras por doquier…Hoy está muy de “moda” el término y condición de Códigos de Conducta y Ética, y para ser sincero, “Chiqui” Ortega me ayudó -total y absolutamente- en hacer uno para el Master de Gestión Deportiva y de ahí tomé varios puntos para traerlos al deporte y al periodismo de la fuente, pero el más sensato que puedo exponer ahora mismo es: proteger a los deportistas, atletas, entrenadores y más, contra las prácticas abusivas de quién sea que quiere un mal para el mundo deportivo y para el periodista sea cual fuere su fuente.
Pásenla bien!!!