El deporte es más grande que el individuo. Hace y fomenta vida y salud. PEFULO

Basta ya de polarizar un tema a todas luces que sale de nuestro entendimiento y que, a todas luces, provoca un caos y por ende una desviación de lo más importante que es definir un rumbo hacia adelante sin caer en protagonismo, poses, individualidades y, en el peor de los casos, causar un efecto contrario como el llamado falso positivismo. Lo que en realidad afrontamos quienes tenemos la dicha y oportunidad acá en este mundo terrenal y no sucumbir y levantarse inmediatamente al siguiente instante y/o momento en que abres los ojos y respiras. Mostrar y tener un aliciente en lo que más desea y anhela uno es sinónimo de alcanzar grandes logros, pero para eso, también es necesario grandes esfuerzos y por más que haya quién o quienes nos pongan un gramo de ayuda, si no la reconoces y mucho menos la aceptas y te empecinas en morir con la tuya -que también se vale- no habrá progreso y mucho menos esa sinergia que nos envuelve a todos y nos obliga a seguir aspirando a mejorar.
Para muchos esto es paja, verbo, sustantivos y letras sin par, empero, para muchos otros es intuitivamente un reflejo de lo que hemos soportado y que, de acuerdo a nuestra divinidad y/o poder superior en el que creamos y nos aferremos, está la magnitud de nuestras creencias. He sido y seré en extremo respetuoso de eso, pero eso no quiere decir que esté de acuerdo muchas veces con lo que ofertan, crean y manejan. Por eso el inicio de esta columna con el factor polarizar y entonces me di a la tarea de acercarles esto: […¿Qué es polarizar a la gente?
La polarización de las actitudes o la polarización de las creencias es el fenómeno psicológico por el cual una diferencia de opinión se hace más extrema a medida que las pruebas opuestas de las correspondientes partes plantean sus respectivos puntos de vista…]
En efecto, si en la vida misma surten efectos de acción-reacción, cómo no habrían de presentarse situaciones en el deporte como las que atravesamos, no solamente hoy sino desde hace mucho tiempo; hoy se llama Djokovic, pero el tenis es un deporte que sigue su curso con él sin él, es decir, es mucho más que el deportista o atleta. La moción radica en que es el 1 del mundo en su especialidad, que le ha dado la vuelta al mundo en años, que lleva un mensaje de paz a través del deporte blanco, y que, su falta no fulmina al deporte de las raquetas. Vaya telenovela que nos hemos echado en poco más de un mes y todo por un piquete en el brazo que dura apenas 5 segundos -quizás- pero donde confluyen creencias, emociones, pensamientos y decisiones unipersonales, que, dicho sea de paso, cada una tienen un antes, durante y un después.
Recordemos diversos casos en el amplio mosaico deportivo, el momento más representativo entre la pandemia que azotó al deporte mundial fueron los JJOO Tokio, tanto que se tuvieron que posponer y con una serie de restricciones, peticiones, obligaciones y más, se procedió a llevarlos al cabo apenas se cubrieran a su totalidad los esquemas sanitarios establecidos no solamente por el Comité organizador, sino por el mundo entero; en cada rincón del orbe se luchaba -y continúa- con la fragorosa lucha contra el mal y se aceptan los mecanismos de defensa, se apela a que la ciencia haga su labor y se convoca a todos los deportistas, atletas, entrenadores, a todos vaya, como a la sociedad en general que procuremos el bien común comenzando con uno mismo.
La Carta Olímpica dedica un rubro al tema de la salud, las Constituciones de los países obran por el bienestar a pesar de que geográficamente existe un divisionismo absorto en esta materia, pero se lucha. Es increíble ver, saber, leer, y conocer ejemplos de figuras del deporte que, si no estuvieran en la cumbre de sus disciplinas les apuesto lo que me queda de corazón que a wiwi se aplicaban una inyección que incluso “duele” menos que una de anestesia en la encía. En todos los deportes se ha vuelto una condición imperante contar con el cuadro de vacunación, para salir del país de origen y llegar a otro es respeto irrestricto al orden y al cuidado, no se puede permitir un olvido, una distracción, un: “disculpe usted”, porque las consecuencias podrían ser mortales.
No solamente se polarizó el tema sino se politiza de tal manera que hay muchos eruditos en la materia que afilan sus argumentos a cada instante por defender la salud mundial, en cambio están los escépticos que en pleno S.XXI siguen creyendo otras cosas y se suman a una lista que es señalada y que más tarde que temprano, por las condiciones que sean terminarán pasando la línea y la neta es que no es guerra de uno solo contra el mundo porque sabemos que eso no existe, más bien, es un tema incluso de salud mental y bienestar común, o a ver, ¿acaso han visto que se suspendió el Australia Open? Y ese es el ejemplo mediático, pero ya vieron las demás disciplinas, el fut, el americano, el básquet, el atletismo, es simple: hay que respetar las reglas de juego y de salubridad. Nadie por encima del deporte.

Pásenla bien!!!