COLORES Y SENTIMIENTOS

Suele decirse que “para gustos los colores” cuando se discrepa con alguien a la hora de opinar. Eso sí, cada persona tenemos nuestro favorito por diferentes motivos, sin duda, a la hora de vestir existe el color fetiche que te favorece o que simplemente es un básico en los días más señalados, por ejemplo. Además, los colores tienen su propio lenguaje y cada uno tiene su significado.
Un significado que puede tener muchas interpretaciones, pero cuando un color tiene forma de lazo la unanimidad se apodera de él. Hoy se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama y, sin duda, todo se teñirá de rosa. Un rosa que sirve para concienciar de la importancia de las revisiones y para dar fuerza a quienes están luchando contra la enfermedad. Las mujeres que la han superado son las heroínas de las que lo están sufriendo y a la vez, una empuje de vitalidad para seguir peleando. Ante el cáncer es muy importante contar con el apoyo de quienes te quieren porque ellos serán un gran motor para tirar para adelante. Y por si esto no fuera poco, bajo el influjo del rosa se organizan conciertos, carreras y muchas actividades para arropar a todos los pacientes. Eso sí, no nos olvidemos que el cáncer no sólo se tiñe de rosa. Son muchos los tipos y cada uno posee su señal. Si de colores hablamos, el arco iris se nos queda demasiado escaso. Es curioso como un color puede remover tantos sentimientos ya sea rosa, naranja, violeta, verde, amarillo, azul, blanco…
Todo cambia cuando un color te recuerda la fuerza que hay en ti, la cual, descubriste en el peor momento de tu vida. Afortunadamente, los colores nos unen y nos ayudan a ser optimistas cuando la palabra “cáncer” se cruza en nuestra vida. Además, esa unión es una buena dosis de adrenalina para todos los luchadores que afrontan la enfermedad, porque no nos olvidemos que “nunca sabes lo fuerte que eres, hasta que ser fuerte, es tu única opción.”
Paradójicamente, los colores también tienen su rivalidad cuando dejan de lado su forma de lazo y cambian de entorno. Me refiero, obviamente, a cuando entran en un estadio de fútbol, cuando visten camisetas y cuando la pasión llega al escuchar la palabra “gol”. Pues bien, esta semana también veremos esa versión. El domingo a las cuatro y cuarto de la tarde tendrá lugar el clásico del fútbol español. El Barça recibe al eterno rival en su casa. Los azulgranas se verán las caras contra los blancos. En juego hay tres puntos y algo más. Los de Koeman están en una situación crítica y seguro que los de Ancelotti quieren meter más el dedo en la llaga. El fútbol es así y competir es lo que conlleva. Salir victorioso de un clásico o de un derbi lleva implícito un sin fin de sentimientos.
Sentimientos y emociones que nos acompañan en el día a día por todo lo que nos rodea. Mi color favorito es el verde y si lo uno a una canción se me ponen los ojos vidriosos. Obviamente, me emociona un lazo naranja. Marco en el calendario el tercer sábado de septiembre cuando se celebra el Día Mundial del Donante de Médula Ósea. Y, por supuesto, el rojiblanco del Atleti hace que mi corazón palpite a otro ritmo cuando los de Simeone saltan al terreno de juego. La vida son momentos, el presente es del color que nosotros lo pintamos. Hay días negros, otros son más grises, en cambio, otros tienen luz propia, pero lo importante es que cada día sale el sol. Nosotros tenemos el pincel y la posibilidad de elegir el color… Hoy es todo rosa, pero siempre se puede matizar. Somos el pincel de nuestra propia vida.