JUGUEMOS

La Eurocopa viajó hasta Italia hace unos días y ahora todos estamos pendientes de las medallas que nuestros deportistas pueden traer de los Juegos Olímpicos. Deportivamente, Tokio está en el punto de mira, pero también lo está por la situación que está atravesando por la COVID-19. Blindarse al virus es primordial pero no es nada fácil. Los contagios están al alza y no hace falta mirar a Tokio porque en nuestro país las cifras hablan por sí solas. Ya se habla de la quinta ola, una ola que era previsible porque las circunstancias que nos rodean ayudan a que el virus se propague. Por mucho que la vacunación avance, la responsabilidad individual no tiene que disminuir ya que es la clave para poner freno a los datos que ya abruman a más de uno.
Convivir con el coronavirus no es fácil, pero con precaución se puede hacer. Eso sí, las mascarillas vuelven a estar cada vez más presentes y esto por algo será. Aún sí, la vida continúa y a los que nos gusta el deporte, ya tenemos ganas de ver las Olimpiadas que se tenían que haber celebrado hace un año. Esperemos que los españoles regresen cargados de metales.
Si hablamos de deporte, no se puede obviar al “deporte rey” porque son muchas las noticias y los rumores que a éste le rodean en tiempo estival. El mercado de fichajes está abierto y para no romper las tradiciones veraniegas siempre hay un “culebrón”. Este año, entre Messi y Griezmann estamos apañados. El primero parece que continuará en el Barcelona, un equipo que, precisamente, no puede presumir de su gestión y su situación económica. El segundo, se marchó del Atleti para ganar títulos con los culés y resulta que tiene o tenía muchas papeletas de regresar al conjunto rojiblanco donde salió de muy malas maneras. Dicen que con su vuelta se reconciliaría con el entrenador y el vestuario, pero ¡ojo! porque también lo tendría que hacer con la afición. Una afición que dejó más que clara su opinión cuando el francés decidió abandonar al Atlético de Madrid. Si la vida da muchas vueltas de por sí, en el fútbol ni te cuento. Ya podemos añadir al “qué manera de sufrir o qué manera de ganar”, “qué manera de volver” porque sería con un intercambio como si fueran cromos o cartas. Eso sí, siempre con el objetivo de ganar cualquier partida porque si no vaya trueque… Ni el verano como campeones podemos tener tranquilo los colchoneros…
Una tranquilidad que es más que necesaria para afrontar la próxima temporada porque la intensidad de lo vivido bien se merece unas vacaciones. En la Liga y, por supuesto, en la vida, este año está siendo complicado. Es justo reconocer que nos ha dado alegrías, pero también nos ha dejado muchos momentos complicados. Por eso, con todo lo que hemos aprendido y estamos aprendiendo de esta pandemia tenemos que tener claro que cada día es un regalo y, por eso, se llama presente.
Mañana, día en el que soplaré las velas de mi tarta, pediré, como manda la tradición, un deseo. Sin duda, éste será especial. Eso sí, de lo que no tengo ninguna duda es que con un año más, sigo teniendo la ilusión intacta para luchar por los sueños que me quedan por cumplir. El futuro está por escribir y para hacerlo hay que ir “página a página” o lo que es lo mismo “día a día”. Ya se sabe que en el juego de la vida no importa con qué cartas nacemos. Importa cómo jugamos con las que nos han tocado. Sigamos jugando…