LAS INUNDACIONES. RIESGO ANUAL PARA LOS ORGANISMOS OPERADORES DE AGUA POTABLE

En las últimas entregas de esta columna se han comentado diferentes aspectos relativos a la gestión del riesgo en las organizaciones y en el caso específico de los Organismos Operadores. Uno de estos riesgos está relacionado con la temporada de lluvias y se trata de las inundaciones.
En los ayuntamientos, las áreas más comunes que atienden las inundaciones son las unidades de protección civil y los organismos operadores, actividades muy demandantes de recursos, desde personal, maquinaria especializada, hasta los materiales necesarios para resarcir los daños generados por los flujos y anegamientos de agua. Así que uno de los aspectos a tomar en cuenta por todo Organismo Operador es contar con un plan integral de prevención y atención de inundaciones, derivado de la correcta gestión de riesgos, mismo que debe ser reforzado con simulacros y capacitación al personal involucrado.
Además de la distracción de los recursos necesarios para atender una inundación, el Organismo Operador requiere prestar atención a las afectaciones a su infraestructura pues se tiene el riesgo de interrumpir los servicios que presta a la ciudadanía por tiempo indefinido. El paro de equipos por la suspensión del suministro de energía eléctrica es quizá el menor de los contratiempos.
Una de las consecuencias de una inundación es la entrada de agua contaminada a los pozos a través de daños en los brocales por lo que se compromete gravemente la calidad y por ende, la salud de la ciudadanía. Otro rubro es la suspensión de las actividades de cloración y potabilización, tableros eléctricos quemados por rayos o fuertes variaciones del voltaje y así se pueden identificar muchos más en las fuentes de abastecimiento.
La infraestructura de conducción, almacenamiento, regulación y distribución, también puede ser afectada por la erosión generada por los torrentes de agua, descubriendo tuberías, fracturándolas con los arrastres o dislocando los tubos al quedar sin sustentación. Los tanques de almacenamiento y regulación pueden recibir descargas de agua residual y azolve a la vez que sus cimientos pueden ser descubiertos y socavados, provocando la inestabilidad y caída de las estructuras.
Sin embargo, la mayor afectación es a los sistemas de drenaje y alcantarillado, los cuales quedan tapados por el azolve y basura, impidiendo el arrastre de las aguas residuales mismas que escurrirán por las calles y en otros casos, no podrán salir de los domicilios.
Lo anterior es apenas un esbozo de lo que debe afrontar un Organismo Operador en la época de lluvia que ya ha iniciado.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
La basura es uno de los grandes problemas que se tiene en la gestión de riesgo por parte de los Organismos Operadores. A pesar de ser un rubro atendido por las áreas de servicios públicos de los Ayuntamientos, quienes padecen las consecuencias de la basura que tira la ciudadanía en la vía pública, son los drenajes y alcantarillados que se tapan desde las rejillas y coladeras, trayendo como consecuencia grandes encharcamientos e inundaciones. Te invito a no tirar basura en las vías públicas y hacer lo necesario para un buen manejo de los residuos sólidos.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.