“Un samurái debe mantener la calma en todo momento, incluso en la cara del peligro”

Chris Bradford

Hoy más que nunca estoy y soy un convencido de que existe un poder superior, uno que te cuida, te alienta y hasta te salva del peligro inminente a todo momento; creo firmemente en la capacidad de la bondad y el abrazo sanador y reparador, el consuelo de las palabras de ánimo y de fuerte impulso para salir lo más rápido posible de todo error cometido; atesoro cada segundo que respiro para poder seguir bregando en este mundano y poder aportar algo mejor que ayer…pero también están las miradas asesinas, esas que te declaran la guerra permanente y que disparan solo desprecio y ninguna consideración de buenaventura, aquellas se parecen en todo momento a la rapiña, a los actos de irresponsabilidad que son señaladas pero no castigadas como deberían ser. Pero a eso el tiempo y a quienes lo predican sin ton ni son les pasa la factura…tarde o temprano. Los yerros en la gran mayoría se pagan y muy caro, a veces es tanta la osadía y la discordia que no se distinguen una de otra, solamente con el correr del padre cronos es como somos sujetos a una mejor expresión de entendimiento y hasta de sentimiento. Esos errores hoy se asumen como enseñanzas y que aún permiten ver lo bello que es despertar y apostar por un mejor día, por arrancar con una sonrisa por la plegaria elevada, por tocar o rozar siquiera a tus seres queridos en busca de consuelo, fe y esperanza, por la convivencia que estrecha unión donde hay malos entendidos, por la capacidad de apartar lo negativo y arropar lo positivo a pesar de los pesares.
Me queda clarísimo que estas expresiones seguro te sacan de onda, pero la combinación y la apuesta que hoy lanzo es escandalosamente efectiva que tiene que surtir efecto inmediato. He venido insistiendo en cómo estamos secuestrados literalmente por malos servidores públicos, funcionarios, por desadaptados sociales, por la delincuencia en todos los niveles, y donde infortunadamente el deporte se ve inmerso por ahí esconden sus armas, sus herramientas y sus artimañas y patrañas. Baste observar una vez más los escenarios que han tenido de vuelta a cierto porcentaje de aficionados que acuden a la cita deportiva con la intención de aclarar su panorama y ver la luz al final del túnel, pero ya no sabe uno si será bueno o será malo. Los desgraciados de padre y madre arrasan parejo, no les importa un pepino de quien se trata para lastimar, hostigar, ofender y hasta para robar y golpear, se escudan en los tentáculos del pulpo que conforman cuando van envalentonados y en banda, y eso no hay poder que los detenga porque como siempre pasa todos ellos están coludidos con los que según procuran justicia y “protección” al aficionado. Todo pasa por una maraña de desestabilidad que solo podremos alcanzar mediante el deporte social, ese que comienza desde casa y pasa por todas las etapas hasta llegar al éxito, de ahí la importancia de que tengamos mejores niños y jóvenes preparados física y mentalmente, que los adultos de verdad pongamos orden en cerrar filas y acordonar cualquier indicio de malandros al abordaje de simples mortales. Basta ya de tanta impunidad y de no colocar un cerco definitivo a los maleantes, unos se disfrazan de pseudo seguidores de algunos equipos, otros portan algún uniforme y se transforman, lo único que no se ensucia es el campo, la cancha, la alberca, el parque de beisbol, las arenas de basquetbol, las pistas, etcétera, o sea, figuradamente lo señalo porque en ocasiones se tiñen de sangre, pero eso es otro tema.
Tu bien sabes que he apostado por la continuidad en todos los sectores y niveles de la vida, pero también al crecimiento y desarrollo personal, así que, desde este Valle, ojalá, neta, ojalá que les llegue el agua al tinaco a este tipo de gentuza y que se limpie la escoria que cada vez más se presenta. O sea, no nada más peleamos contra un virus y sus efectos, sino que encima de todo lo hacemos con un sector que parece terminator cuando se lo proponen. En fin…al tiempo…
Pásenla bien!!!