LA COORDINACIÓN DE LA CUENCA DEL RÍO LERMA

En diversas ocasiones hemos abordado el tema de la gobernanza del agua en esta columna. De forma simple, la gobernanza es la gestión conjunta entre el gobierno y la ciudadanía, para de esta manera considerar de primera mano el enfoque participativo, integral, expedito y flexible para lograr el uso racional y sustentable del agua.
Desde luego que no es fácil ejercer la gobernanza y menos en un país como el nuestro donde las políticas públicas rara vez son consensadas y el paternalismo limita el desarrollo de las habilidades y competencias de nuestras comunidades, no se diga de su empoderamiento. Por lo anterior, es un proceso lento, sensible y sus participantes muy recelosos de la incorporación de nuevos actores. La ahora “manoseada” propuesta de Ley General de Aguas considera muchos aportes a la gobernanza y por eso mismo, su integración ha desatado mucha polémica desde los foros de consulta.
Sin embargo, en nuestro país existen diversos y excelentes casos pragmáticos de gobernanza del agua. Uno de ellos han sido las actividades de la Coordinación de la Cuenca del Río Lerma, dependencia del Gobierno del Estado de México creada desde 1989 a consecuencia de la conformación del Consejo de Cuenca Lerma – Chapala, siendo nuestra entidad punta de lanza en materia de gestión hídrica, teniendo como su primer coordinador, al exgobernador Jorge Jiménez Cantú, quien con visión estadista fijó los primeros objetivos y metas, aun sin existir un plan hídrico para el manejo de la cuenca. En aquel entonces la formalidad de una gestión integrada de recursos hídricos era incipiente y heredada de las Comisiones de Cuenca creadas por la extinta Secretaria de Recursos Hidráulicos.
Para que haya gobernanza es necesario que el dialogo entre las partes sea en igualdad de fuerza y conocimientos, por ello la creación de la Sala de Exposiciones, los Atlas de la Cuenca, los informes anuales de acciones municipales y su página Web, fueron magníficas ideas para capacitar y difundir la problemática de la cuenca, generar conciencia y crear una masa crítica de actores que empezaron a desarrollar propuestas para la mejora de la cuenca.
Otra magnífica idea fue la creación de los Consejos de Cuenca Intermunicipales, debido a que el Consejo de Cuenca Lerma – Chapala y su Asamblea de Usuarios, eran instancias inalcanzables para muchos usuarios, ambientalistas y autoridades interesadas en la mejora de las condiciones del río Lerma. Eran la puerta de entrada a la gobernanza en los que se recogían las propuestas de ayuntamientos y usuarios locales, ejerciendo una incipiente gobernanza, aprendiendo unos de otros, con yerros pero también con éxitos que fueron base para la gestión del agua en Guanajuato.
Hoy la Coordinación de la Cuenca Lerma y sus integrantes laboran en la incertidumbre pues las restricciones presupuestales y otros factores han impedido la ejecución plena de sus funciones.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
La monumental maqueta de la cuenca del río Lerma no tiene sede, ante la desaparición de la Sala de Exposiciones su futuro es desconocido. Conozco dos propuestas: un museo de la vida lacustre del río Lerma en San Mateo Atenco y las instalaciones del ex museo de ciencia y tecnología en el centro de la ciudad de Toluca. ¿Qué opinas?
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.