EL HOMBRE COSMICO HACE 5 AÑOS REGRESO A SU ORIGEN

Es una pena hacer el comentario en este nuestro espacio de una de las pérdidas más dolorosas que ha tenido en lo que va del siglo el Estado de México, con el deceso del “hombre cuervo” como se le conocía al artista plástico Leopoldo Flores, oriundo de la comunidad de San Simonito del Municipio de Tenancingo que sigue su trasmutación como lo plasmó en el Cosmo Vitral con la representación del Hombre Cósmico, de la misma forma él regresa al origen de todo, y que en éste mes se recuerda su pérdida el 3 de abril hace 5 años.
Un artista Plástico reconocido a nivel internacional, y en especial por la comunidad universitaria, en donde se le rindió un homenaje de cuerpo presente en el Aula Magna del Edificio de Rectoría, así como la comunidad universitaria que con tanto cariño lo recuerda por la importante aportación artística, no solo a diversas instalaciones de la UAEM, sino de México y el mundo.
A los ochenta y dos años dejó de existir, terminó su camino, su carrera por este medio material para retornar y seguir su ruta, por lo que en ese doloroso acto se dio un recorrido por el famoso Cerro de Coatepec en la ciudad de Toluca en donde se encuentran gran parte de las facultades de la Universidad Autónoma del Estado de México y posteriormente por su obra magna y reconocida a nivel mundial como lo es el Cosmovitral, ubicada en el primer cuadro de la capital del Estado de México, un espacio que antaño fue inaugurado por Porfirio Díaz como un comercio de abasto llamado el Mercado 16 de septiembre y del que al haber sido removido este lugar de mercancías, y encontrándose en el abandono, él lo transformó en la obra vitral más grande del mundo, y que de esta forma se encuentra reconocida.
Además del reconocido Cosmovitral, que cuenta con miles de metros cuadrados de vidrios de colores entintados europeos, en una estructura art decó francesa traída hasta sus remaches de Francia en la época del dictador de dictadores mexicano como lo fue Porfirio Díaz, en este mismo lugar ejemplificó una de las más grandes cosmogonías como lo es la de por muchos llamado opuesto complementario, como lo es el día y la noche, la luz y la oscuridad, el hombre y la mujer y de forma ejemplar de un lado vemos aves de luz como lo son águilas, guacamayas, palomas, y del otro, búhos, buitres y demás aves carroñeras, y la lid diaria entre uno y otro, que inicia con el amanecer del astro rey hasta el crepúsculo solar, por oriente y occidente respectivamente, pero además de este magno lugar, otra de las más reconocidas se encuentra, conformada para ser específico en 48 vitrales en una extensión aproximada de 3,200 metros cuadrados en su totalidad, además de albergar el jardín botánico del Estado de México con cientos de especies del reino vegetal proveniente de todos los rincones del mundo.
La otra magna obra de este tenancinguense es la llamara Aratmósfera, poco conocida en la ciudad de Toluca con este nombre, pero que todos reconocemos, como lo es la magna pintura en las rocas precisamente del Cerro de Coatepec, que se reconoce como el cerro de las serpientes en su idioma nativo, y en donde actualmente se asientan gran parte de las facultades de la Universidad Autónoma del Estado de México, sobre las rocas del cerro de Coatepec y la gradería del Estadio Universitario llamado el “chivo Córdova”, este artista plástico desarrolló la obra llamada “Aratmósfera”, que se encuentra ubicada según los analistas de arte como del “Land Art”, esto en el sentido de que la obra en su mayor parte, dejando a un lado el graderío universitario, utilizó las rocas de la montaña para plasmar esa obra, un lienzo ígneo, que pocos artistas serían capaces de aventurarse en utilizar, él lo hizo.
Recuerdo a mi padre que esta bella profesión por más de cincuenta años ejerció y me contaba el ver al maestro colgado de cuerdas en andamios a la mitad del acantilado son sus brochas y pinceles, y colores brillantes plasmando lo que su alma y su creatividad de genio le dictaban, en archivo de esto existen documentos gráficos de cuando se encontraba trabajando como dicen los constructores que conozco “a cal y canto”, para devastar una bella obra que se encontraba escondida entre rocas, en donde él fue un revolucionario del arte, porque convoca a la sociedad a que plasme en la misma obra sus ideas y los que se aventuraron lo hicieron conformado una nueva corriente artística que se le conoce como el “Arte Abierto”.
El tema centra de esta obra que desde la entrada de cualquier punto a la capital el Estado de México, nuestra Toluca podemos admirar, no es otro más que la naturaleza es el tema central es el nacimiento de la luz representado por un hombre que emerge del suelo y sube para tocar el cielo, además de representar la parte negativa del hombre, denuncia los problemas sociales, la agresión del hombre y las pasiones que consumen a la humanidad, aspirando que dichas pasiones algún día se conviertan en virtudes.
Cabe señalar de que este genio del parte fue ganador de premios como el Meztli en 1964 y en 1968, el Premio de Adquisición en Pintura por el Instituto Nacional de Bellas Artes, México, expuso en el Palacio de Bellas Artes durante el Festival Solar de la XIX Olimpiada celebrada en el año 1968, además de que deja para la posteridad obras que podemos apreciar y asombrarnos de su genio como El hombre contemporáneo, en el Hotel Plaza Morelos, El Hombre Contemplando al Hombre, en el Palacio del Poder Legislativo, Alianza de las Culturas en la Alianza Francesa de Toluca, El Hombre Universal en el Centro de Investigación en Ciencias sociales de la UAEM, En Búsqueda de la Justicia en la Procuraduría General de Justicia, en el Colegio Mexiquense De qué color es el Principio, y en el propio edificio de rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México se encuentra una escultura llamada Tocando el Sol.
Los que tuvimos el honor de conocerlo y platicar con él, sin duda que guarda un espacio especial dentro de nuestro corazón; HASTA AQUÍ MIS LINEAS…
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