“El joven conoce las reglas…pero el viejo se sabe las excepciones”. Sigmund Freud

O sea, si me gustan algunas letras de las canciones de Ricardo Arjona y hoy al margen de la cita que te comparto para iniciar este texto, justo estaba escuchando una frase que me tiene atrapado desde su aparición y que hoy viene como anillo al dedo: […es usted amalgama perfecta entre experiencia y juventud…] Algunas veces, varias, muchas, casi siempre, sobre todo en la juventud, pensaba que los “viejitos”, los más grandes vaya, abusaban de su poder de conocimiento, de su don de mando, de decisión y otras, entonces a lo largo de los años, de a poco, la vida, el destino y en mi creencia, paso a paso supe entender y valorar esta condición. También, en un corto lapso de tiempo, quizás en un cerrar y abrir de ojos, empalme la sabiduría de aquellas personas que por sus venas corren infinidad de pensamientos, sentimientos, razonamientos, conceptos, sabiduría pura….se llama: ¡experiencia!
Ante esto, entrar en el dilema de saber si la juventud es mejor que la experiencia causa mucho escozor, porque por un lado están quienes apuestan a los años mozos y por el otro, aquellos que nos llevan un buen tramo recorrido. Los dimes y diretes con relación al tema han sido, son y serán pan de todos los días y al menos como lo señalé líneas antes, conforme avanza el crono es cómo vas aprendiendo y comprendiendo… Y así como en cualquier arista de la vida, en el deporte no es la para nada la excepción, es más, considero que en ocasiones a veces es el punto de ebullición para bien o para mal y basta echar para atrás tus recuerdos y visualizar esas imágenes de grandes peleas de boxeo entre veinteañeros contra casi cuarentones, o aquellas épicas rondas de gran tenis en Wimbledon con figuras entrantes y salientes, o ¿qué me dices de los debutantes en un equipo de fut? aunque claro, este tema en nuestro país es álgido porque acá les daban chance después de los 25 años y para muchos eso ya no era consideración de novato y ni qué decir aquella décadas cuando decían que a los 30 eras veterano. La larga lista pasa por todos los sectores de la Cultura Física y el deporte. Esta disyuntiva de que cuando eres más pollito tienes más ganas, fogosidad, ímpetu, eres bravío, etc., siempre está en constante enredo sobre todo con aquellos a quienes las arrugas nos impactan en las manos, en el rostro, donde lo plateado del cabello y la falta de este, así como el ceño fruncido y un lerdo caminar atesoran, al menos, otro conocimiento conforme al paso de los días. Esta eterna combinación, porque al final de la historia es eso, un amanecer con todo el esplendor va pasando por las etapas del día hasta llegar a ocultarse el sol y brillar la luna. Para muchos así es la vida con esa especial combinación de sentimientos que le puedes agregar el valor que tanto quieras. Insisto, en el deporte ocurre algo magnifico, se trata de que en los años de estudiante sueñas con alcanzar un lugar en tu disciplina favorita. Muchos llegan a estar en equipos para practicar su pasión, algunos llegan más allá de lo establecido y siguen por años en una evolución que genera luego entonces aporte a las nuevas generaciones.
Pues bien, el reflejo de esto es notorio cada semana cuando se llevan a cabo los eventos deportivos y vemos cómo de pronto debuta en la liga un mozuelo con tan solo 16 años de edad (¿qué hacías cuando tenías esa edad?); en la serie del caribe de béisbol vemos peloteros de todas las edades, pero prevalece la experiencia; en Australia con el tenis surgen a cada instante los jóvenes que reclaman un espacio pero luchan deportivamente por ese sitio con otros más “grandes”; en el boxeo de pronto vemos lo mismo y la lista continúa. Pero el botón de oro ahora mismo es para un “señor” de 43 años de edad que comandó a toda una institución para alcanzar un título más, tanto para su colectivo como personal. Aportó idea, conocimiento, innovación, tranquilidad, cierta ecuanimidad, más calma, de pronto salió respondón, no se achicó y apostó a la experiencia, esa con la que derrotó junto a sus compañeros a otro equipo (en su mayoría de jóvenes) que en sus ansias de vencer cayeron de cara al sol, vendiendo cara la derrota por su cierta inexperiencia, que con sus ganas no les alcanzó y que seguro estoy, hoy estarán asimilando el aprendizaje que te deja argumentos más sólidos para enfrentar el siguiente partido. Hoy fue Brady, sin duda mañana será Mahomes y los que siguen y los que siguen y los que siguen.
Adquirir experiencia no es sinónimo de grandeza y tampoco de alta sabiduría, pero sí un escalón para alcanzar el éxito, pero con la firme condición de no lastimar a nadie. Los años pasan y la madurez se va alcanzando pasito a paso…
Pásenla bien!!!