…la burra no era arisca…

Cuando parece que el mundo deportivo se derrumba, siempre hay un halo de esperanza y es entonces cuando resurge como el ave Fénix, no sin antes haber tenido que soportar con una o varias inmerecidas situaciones. Realidad o mito, todo pasa por la adversidad, por la avaricia, por los malos manejos administrativos, por lucrar con las personas e instituciones, por ese manoseo atroz de las “reglas”, por considerarse superior a otros, por el desconocimiento total del manejo, de una pésima gestión, de una espantosa administración, de una nula proyección, etcétera, pero lo que, incluso ya ni sorprende, es la inefectividad e incompetencia a tope de lo que significa el deporte, sus porqués, sus cómo, sus cuándo, sus hasta dónde, gente torpe, malintencionada, avara, que solo abusan de su “encargo” para volverse ricos, millonarios sin importarles un ápice la historia y mucho menos el futuro mediato e inmediato.
De por sí que estamos muy golpeados en lo anímico por las condiciones sanitarias en las que vivimos y no obstante con ello tenemos que lidiar y en todo caso hasta soportar como el maltrato a la cultura del deporte va haciendo un hueco inimaginable y hasta por momentos, muy difícil de reparar. Vemos sin ton ni son propuestas absurdas de abolir un fideicomiso para el alto rendimiento (no solo en el ámbito eh, sino en muchos otros rubros) de cerrar (más allá de la pandemia) centros, unidades, y espacios deportivos por contravenir a intereses personales, de no dar respaldo a buenos proyectos, programas y planes deportivos que incentiven a más mexicanos en buscar y alcanzar la gloria, el hartazgo ha llegado a carcomer el sueño de aspirar a tener un modelo deportivo de excelencia y todo comienza con la asignación de funciones en quienes apenas demuestran un esbozo deportivo y/o en el máximo cáncer en el que se ha convertido la encomienda: el amiguismo, el pago de favores recibidos, el pseudo compromiso y la promesa de que, a pesar de que no sepas mucho o nada, seguro te cae un hueso en el deporte. De esto sobresalen por si solos los ejemplos, hoy en día nada es tan tenebroso en el ámbito que seguir estando a merced de los hampones de la administración deportiva. Nombres y más nombres surgen de pronto para dizque garantizar el fortalecimiento, seguimiento, respaldo y consagración de los deportistas, entrenadores y familias mexicanas que aspiran a mejores situaciones, pero esto paso de ser una necesidad a una increíble muestra de rezago a lo largo y ancho del territorio nacional. En todos lados se cuecen habas, y en cualquier rincón hay carencias y despotricas protestas por el manejo de apoyos, estímulos y recursos para el sector. La productividad de por si pequeña, se ha vuelto cada día más escasa y entonces la fuga de talentos ha sido inminente. Por lo caóticos que se han presentado los últimos sucesos en las áreas del deporte federal, no se sabe realmente por donde estará un cambio favorable que impacte en beneficio de toda la población. Unos apuestan a la disque recuperación de fondos económicos para que se hagan llegar de manera directa (ayyyy ajá) unos más por aferrarse a un centro de trabajo que les remunera lo que siquiera se hubieran imaginado, hay quienes en aras de lanzar gritos de auxilio se suman al gigante del silencio y por ende son presa de decisiones letales, en cambio también están y existen esos líderes positivos que desde sus distintas trincheras levantan la voz, cuestionan, señalan, exigen con conocimiento de causa, por un largo peregrinar en la vida activa del deporte, porque de pronto el sustento y/o respaldo se ve o verá mermado, a esos héroes que han dado también tanto brillo y lustre a nuestro país en la materia, son a los que debe seguir ayudando e implementar mecanismos de rescate desde el deporte escolar, social, abierto e inclusivo, con la firme determinación de tener lo que queremos no lo que nos quieran dar y hasta quitar.
Me queda claro que la suma de voluntades, el esfuerzo citadino de todos los que amamos él y al deporte en consecuencia traerá mejores dividendos para todo el núcleo y no solo estar pensando en una sola disciplina como es el béisbol, ¡por Dios!!! hay un abanico impresionante de expresiones deportivas que requieren atención y fortalecimiento. Esperaremos lo conducente en próximas horas. Bien dice el dicho: la burra no era arisca…
¡Pásenla bien!!!