YO ME QUEDO EN CASA

Sin Fallas, sin Liga, sin Champions, sin Europa League, sin Semana Santa, sin Feria del Libro, sin Feria de abril y sin… un sinfín de eventos que se han visto afectados por la crisis del Coronavirus. Frenar esta pandemia es el objetivo y para ello ha sido necesario que el Gobierno decretara el Estado de Alarma en el que, entre otras cosas, ha limitado la circulación de personas. Desde el domingo, los españoles estamos obligados a permanecer en casa. Únicamente se puede salir a la calle en determinadas situaciones. El incumplimiento de esta norma conlleva sanciones. ¡Ya era hora de que la gente se concienciara para frenar el avance el Covid-19! Ya son más de nueve mil los contagiados, los fallecidos superan las trescientas personas… y se prevé que estas cifras aumenten al igual que la de recuperados que supera el medio millar. Se avecinan días duros para España, pero estoy convencida de que esto lo superaremos. Hay que ser conscientes de la situación y de las consecuencias que ésta va a dejar, pero los españoles somos generosos y solidarios y juntos lograremos revertir una cifra que, de momento, sigue ascendiendo.
Mucho se ha hablado de la gestión del Gobierno, y sin duda, se hablará porque han sido muchas las instituciones que han dado un toque de atención al Ejecutivo. Por no hablar de la gestión de éste ante la pandemia… No dedicaré ni media frase a este asunto porque, sin duda, el protagonismo estos días se lo está llevando todo el personal sanitario, y no es para menos. El sábado a las diez de la noche fue muy emocionante ver, como desde las ventanas de las casas, se podía escuchar un tremendo aplauso en reconocimiento a la gran labor que éstos están realizando. Una acción que se repetirá en más de una ocasión. Su trabajo infatigable está salvando vidas. Están cuidando de quiénes se encuentran en una situación más delicada en todos los hospitales. Ellos son los héroes de esta crisis y ellos son los que llevan días pidiéndonos que nos quedáramos en casa. Por eso, por ellos hay que ser conscientes y obedientes. Ésa es nuestra manera de ayudar a los médicos, enfermeras, auxiliares, celadores… que se desviven por cuidar de nosotros. El hashtag “#yomequedoencasa” ha inundado las redes sociales y muchos no hemos dudado en compartirlo porque el Coronavirus no es una broma. Yo llevo una semana sin salir de casa, estoy bien y agradezco a todos los que estáis “a nueve mil kilómetros de distancia” que os hayáis preocupado por mí. Los días pasan. A veces el tiempo parece no avanzar, pero también es bueno parar y ver las cosas desde otra perspectiva. Hay minutos que parecen horas y horas que parecen días, pero aún así reconozco que intento estar ocupada al máximo. Siempre la lectura de un buen libro me llevara a otra realidad, ver una película es adentrarse en una aventura y, por qué no, hay que reconocer que las tecnologías han avanzado tanto que hacen que este confinamiento sea mucho más llevadero… Puedo estar sola pero siempre hay alguien al otro lado del teléfono que habla o escribe para estar conmigo. Además, el infinito número de memes que circulan logran sacar más de una sonrisa en estos arduos tiempo que corren.
No quiero pensar en cuándo acabara esto, prefiero ir restando días a este Estado de Alarma hasta ver cómo las cifras de contagios van disminuyendo. La vida me enseñó a ser fuerte y a saber que la esperanza es lo último que se pierde. Por eso, de esta crisis saldremos reforzados porque el primer día que podamos pasear por la calle, ésta seguro que tiene otro valor. De todo se aprende porque la vida siempre nos da lecciones. Por eso, de lo malo siempre hay que quedarse con lo mejor. ¡Lo superaremos!